Su nombre, lámpara Bloom, no puede ser más acertado: bloom significa en inglés “florecer”, y precisamente eso es lo que parece hacer esta preciosa y delicada luminaria, fabricada según el diseño de Patrick Jouin. La lámpara, además de cumplir su principal función que es dar luz, también es un objeto decorativo y casi me atrevería a decir que artístico. La protagonista sin lugar a dudas del diseño es la pantalla de la luminaria, cuyo color blanco ayuda a la luz a propagarse.
Sin embargo, no es su color lo más interesante de esta pieza: la lámpara está inspirada en la apertura de las flores del mundo vegetal, y como tal es un diseño dinámico y móvil.
El diseñador de la lámpara Bloom, Patrick Jouin, comentaba sobre su creación: “inspirada en los capullos de las flores que la naturaleza nos muestra, esta lámpara de mesa crea una pantalla que se cierra o se expande, con la idea de dejar salir la luz o de contenerla en su interior”. La lámpara es desde luego todo un homenaje a la naturaleza, fusionada con las últimas tecnologías para su realización.
El diseñador continúa su descripción indicando que “La pantalla de la lámpara está impresa en 3D y creada en una sola pieza. Incluye una serie de bisagras que en un solo movimiento transforman la pantalla, que pasa de capullo a flor abierta. La complejidad de su diseño permite que la lámpara lleve aún más allá los límites de las tecnologías tridimensionales”. Además de ser todo un descubrimiento en materia de tecnología, esta lámpara es también un poético diseño conceptual que parece cobrar vida en cualquier habitación. Se trata sin duda de un diseño mágico que hará que la iluminación de la casa florezca o se recoja, mediante un simple y suave contacto de la mano.