Este diseño me parece mágico, perfecto. Es producto del buen hacer de la estudiante canadiense de diseño e interiorismo Christina Sicoli, y en él se juntan aspectos fundamentales en el diseño industrial del siglo XXI: pureza de líneas, sentido lúdico, respeto por la tradición, multifuncionalidad y elegancia.
El nombre de este taburete es Asterisk, y además de un asiento es también un juego educativo. Porque Asterisk se monta a modo de puzle y está diseñado para enseñar a los niños a divertirse aprendiendo, al tiempo que lo pueden usar también para sentarse.
El taburete Asterisk está formado por diecisiete piezas realizadas en contrachapado de abedul, que se ensamblan entre sí sin la necesidad de usar herramientas. De acuerdo con su creadora, “el taburete-puzle Asterisk constituye una experiencia interactiva de aprendizaje para los niños. El niño se involucra con el elemento desde su creación hasta su utilización. Para crear el taburete no se necesita ninguna herramienta: solo hay que ir entrelazando las diecisiete piezas de la manera correcta. Gracias a este puzle, los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender también los colores”.
Sicoli sigue describiendo su pieza: “Esta sorprendente y contemporánea forma, una vez montada, ya no es un mueble específico para niños sino que puede utilizarse como elemento de diseño en toda la casa. Solo o acompañado de otros similares. Asterisk reta a las habilidades motoras de los niños, que se ven impulsados a juntar las distintas formas geométricas. El taburete está realizado completamente con materiales no tóxicos: madera de abedul, tinte de látex y pulimento al aceite. Este acabado enfatiza la veta de la madera y, al mismo tiempo, evita las manchas”. ¿No es un mueble fantástico, práctico y divertido a la vez? Si quieres ver este ingenioso diseño y otras creaciones de Christina Sicoli, puedes hacerlo a través de su página web.