Los muebles con luz son una tendencia que no es excesivamente popular, pero sin duda tiene su público. Los hemos visto diseñados especialmente para jardines o establecimientos comerciales, pero también para hogares y viviendas. El caso del sillón que aparece en estas imágenes es radicalmente distinto a lo que hayamos podido ver antes, ya que más que un mueble es una auténtica obra de arte.
Su nombre es Disco Chair y es un diseño de Kiwi & Pom, que se presentó hace algún tiempo con un enorme éxito entre el sector especializado. Disco Chair, desafortunadamente, es solo una obra conceptual que no se produce en serie y tendremos que esperar a ver si alguna marca de mobiliario se anima a lanzar el diseño… O algo parecido.
Por el momento, nos tendremos que conformar con admirar la Disco Chair en las imágenes difundidas por sus creadores. Esta curiosa mezcla de mobiliario y luz (que además permite sentarse en ella sin riesgo de llevarse un calambrazo) está formada por una sólida estructura negra, de forma más o menos clásica, revestida por metros y metros de cable electroluminiscente. Además de luz, el mueble también es un foco de color cambiante que nos evoca los tiempos gloriosos de las discotecas y sus luces de distintas tonalidades.
Doscientos metros de cable rodean a la silla sin interrupción. El cable muestra todo un arco iris de neón, con los distintos colores definidos por tramos. El sillón muestra toda su colorida luminosidad cuando se conecta a la red, pero eso no es todo: también dispone de un sistema de interruptor que permite cambiar la luz de estática a intermitente, para conseguir un efecto aún más discotequero. Si os gusta este diseño, podéis ver otros ejemplos de la creatividad de Kiwi & Pom entrando en su página web.