Estas bonitas encimeras de mesa se han conseguido de la forma más sencilla, rápida y limpia. Sin necesidad de pintura, cualquiera que tenga ganas y un poco de tiempo puede “tunear” una mesa y dejarla así de bonita y de moderna. En el caso de la izquierda, el punto de partida ha sido la clásica mesita Lack de Ikea: sus formas básicas y rectangulares son ideales para ser decoradas con distintos colores.
La mesa de la derecha, por su parte, es un escritorio con encimera de melamina blanca. Cualquier mesa con la encimera recta y lisa os servirá para este trabajo; y si antes de empezar la pintáis de blanco (en el caso de que no sea de este color), os garantizo que el acabado será mucho más luminoso.
Plástico autoadhesivo
El material que hemos empleado para decorar ambos muebles es el plástico autoadhesivo. En el caso de la primera mesa, lo hemos usado a partir de amplias hojas recortadas en triángulos. Antes de empezar, delimita la mesa de forma que los triángulos encajen a la perfección. Ésta será la tarea más compleja del trabajo, y para facilitarte las cosas te invito a que sigas el diseño de las fotos en colores negro, gris y amarillo. El resultado es de lo más elegante y “pop”. Recorta muchos triángulos en los tres colores y ve creando el mosaico, sin olvidarte de dejar algunos en blanco.
Cintas de colores
Esta segunda versión ha sido decorada utilizando cinta adhesiva de distintos colores, que encontrarás en papelerías buenas y tiendas de manualidades. Es una opción decorativa mucho más sencilla que la del plástico, ya que en este caso no tendrás que medir ni que recortar. Eso sí, procura alinear perfectamente las tiras de cinta para evitar que queden torcidas, y combina los colores de forma acertada para crear una superficie dinámica y alegre. Puedes experimentar con un acabado multicolor como el de nuestra propuesta, o escoge algo más sobrio: blanco y negro, el mismo color en distintos grados…