El minimalismo sigue siendo una tendencia que no pasa de moda. Si bien los diseño más barrocos y los ambientes inspirados en el pasado (las tendencias retro o vintage, sin ir más lejos) están en auge, las líneas sobrias que crearon estilo en los años 90 permanecen por su elegancia, su equilibrio y su intemporalidad. La lámpara de pared o aplique Nuage, del diseñador italiano Philippe Nigro, es un buen ejemplo de esta vigencia.
Creada para la firma italiana de iluminación Foscarini, Nuage no es solo un aplique sino que se puede combinar con más luminarias similares para crear amplios paneles de luz en la pared.
Nuage responde a un concepto tridimensional, en el cual la lámpara no es solo un objeto que da luz sino también una escultura de vanguardia. Se trata de un sistema modular, como ya os he comentado: ligera y elegante, se puede colocar sola (como en la foto superior) o acompañada de otras, como podéis ver en la imagen bajo estas líneas. Nuage permite llegar a cubrir una pared o un techo entero, creando ambientes nunca vistos llenos de teatralidad donde no es necesario colgar nada más de la superficie: la combinación de lámparas, altamente vanguardista, es de por sí suficiente atractiva.
A través de la repetición de curvas y de rejillas, Philippe Nigro pretendía crear un objeto que fuese esencialmente una obra de arte gráfico; no solo conseguir un efecto decorativo, sino desarrollar todo un concepto de arte y funcionalidad. Las rejillas no son lisas sino que crean una superficie tridimensional mediante la técnica del moldeado por inyección. Se distribuyen de acuerdo a un ángulo particular que ha sido detalladamente calculado para filtrar la luz de forma que ésta cree efectos únicos y particulares. De hecho, la luminaria es toda una obra de arte incluso cuando está apagada. Podéis encontrar esta lámpara en la página web de Foscarini.