Los muebles de jardín son muy resistentes. Sean de plástico, madera tropical o metal lacado, aguantan carros y carretas… Hasta que con el tiempo terminan por estropearse. Esto es especialmente cierto en el caso de muebles de metal esmaltado, como la bonita mesa auxiliar plegable de este trabajo.
Seguro que alguna vez habéis tenido, o habéis visto, diseños similares. Puede ser una mesita, una silla o una gran encimera: cualquier superficie es susceptible de ser renovada de arriba abajo con la técnica de las reservas. ¿Queréis saber en qué consiste?
Pintura especial para metal
Su propio nombre nos lo desvela: consiste en “reservar” espacios de una superficie de forma que queden sin pintar o revestir. Estas zonas crearán un interesante contraste con el resto. Es algo así como decorar con estarcidos, pero al revés. En el caso de esta mesa hemos conservado el lacado original en color naranja, pero si el mueble que vayáis a decorar está viejo u oxidado, antes de empezar con la técnica tendréis que aplicarle dos manos de pintura tipo DTM, que se pueden dar sobre el óxido y son válidas para exterior.
Figuras recortadas y pegadas
El color naranja es perfecto: está de moda, es cálido y alegre y combina bien con el verde del jardín. Cuando la pintura esté seca (conviene aplicar dos manos con rodillo de esmaltar), dibujad y recortad los motivos a pintar sobre una lámina de plástico autoadhesivo. Tras presentarlos sobre la mesa, fijándolos provisionalmente con cinta adhesiva, será el momento de pegarlos. Después basta con dar dos manos de pintura blanca para exterior, bien extendidas y con rodillo de espuma, y esperar a que se seque. Cuando esté bien fijada, retiraremos las figuras de plástico autoadhesivo con la ayuda de un cúter. El resultado: una mesa decorada con un alegre estampado, perfecta para un jardín de verano.