No nos cabe la menor duda: los diseños más sencillos suelen ser también los más prácticos e interesantes. Si no hace mucho os mostraba la curiosa silla inspirada en una idea de Homer Simpson, que se caracterizaba por tener dos patas de más, en este caso nuestra hamaca de hoy lo que tiene es dos patas de menos… Bastan dos largueros, una tela y una pared para poder montar en un segundo nuestro cómodo asiento.
La hamaca Curt es un particular diseño del estudio suizo Bernhard Burkard, y a pesar de su precaria apariencia, sus creadores aseguran que no puede ser más segura.
Este curioso diseño está formado por un asiento de tela resistente que va cosido a dos travesaños: superior e inferior. Dichos travesaños se acoplan de forma perpendicular a dos largueros con los extremos ligeramente redondeados, de forma que se ambas partes se apoyen perfectamente en el suelo y la pared. La idea está inspirada en las escaleras de pared, y para mayor seguridad los largueros están rematados con topes de caucho que aseguran la estabilidad del usuario. Además de segura, esta hamaca es también indudablemente confortable y de lo más original.
La hamaca Curt es también un ejercicio de conciencia social: está fabricada con maderas de procedencia local y su realización corre a cargo de trabajadores con discapacidad física o mental, procedentes del taller de Altra (organización dedicada a la integración de discapacitados) ubicado en Schaffhausen (Suiza). La simplicidad de la hamaca Curt es sin duda su mayor atractivo, y también lo es su funcionalidad: este asiento puede utilizarse en cualquier lugar donde haya una pared libre, que además ofrezca un ángulo perfectamente recto con el suelo. Este diseño lo podéis ver en la página web del estudio Bernhard Burkard, así como el resto de las creaciones del equipo suizo.