En este post os voy a mostrar dos taburetes distintos que se han fabricado empleando el mismo material: el corcho. Este humilde derivado de la corteza del alcornoque vivió sus tiempos de gloria hace años, cuando causaba furor como revestimiento para suelos y paredes. Algo lógico por otra parte, ya que es un material muy aislante que aporta confort y silencio a las estancias.
Sin embargo, las modas dejaron atrás al corcho a pesar de todas sus propiedades (también es muy ecológico), y han sido los diseñadores de mobiliario quienes han decidido recuperar su uso como material para fabricar sus piezas. Los taburetes que aparecen en estas fotos son una buena muestra de todo lo que puede dar de sí el corcho.
El que aparece en la foto superior se llama Pushpin Cork y es del estudio Yeh Design Studio. Lo bueno que tiene esta pieza es que no sólo se trata de un elegante taburete, sino que en ella también se pueden pinchar notas y fotografías, al igual que se hace con los corchos de pared. Su forma, evidentemente, está inspirada en la de las típicas chinchetas de colores usadas para tal fin. Es una pieza cómoda, decorativa, práctica y my divertida, que también puede usarse como mesita auxiliar, o como mesa de centro si se le coloca encima un cristal.
Esta segunda pieza se llama Degree y es un taburete diseñado por Patrick Norguet para la firma de interiorismo y mobiliario Kristalia. Degree también funciona como taburete y como mesa auxiliar, pero es algo más: está hueco y ofrece espacio interior para el almacenaje. El nombre de la pieza significa algo así como “graduación”, y la parte superior del taburete está inspirada en el típico birrete que llevan los estudiantes en las celebraciones. El taburete está disponible en polipropileno blanco o negro, con o sin el revestimiento de corcho natural.