La tendencia de decoración que sugiere usar muebles de estilo nórdico nos ha hecho amar la madera clara. El abedul, el haya, el pino lavado… Son especies que, sin ser tan aristocráticas y nobles como la caoba o el nogal, tienen una belleza elegante y sutil que combina de maravilla con las modas decorativas actuales.
Los muebles de madera natural tardan años en pasarse de moda, son muy atractivos y de fácil mantenimiento. Si queréis saber cómo conseguir un acabado casi invisible para vuestros muebles, que proteja la madera durante muchos años, seguid leyendo.
Eliminar capas de pintura
Los muebles de pino o haya que tengan encima varias capas de pintura pueden dejarse como nuevos utilizando un buen decapante. Estos productos se aplican con brocha sobre la pintura, dejando una capa muy generosa. Tras esperar el tiempo que indique el envase, hay que retirar la capa reblandecida con espátula y repetir la operación las veces que haga falta. Para eliminar restos podéis usar un disolvente fuerte (dimetil-formamida, por ejemplo; siempre con mascarilla y guantes de fregar) y una lijadora delta con lija de grano medio. No olvidéis que siempre hay que lijar con cuidado y en el sentido de la veta, sobre todo si se trata de muebles chapados.
Acabados resistentes
Cuando la madera esté limpia, conviene aplicar dos manos de tapaporos rebajado con disolvente nitrocelulósico al 50%. De nuevo, tendremos que usar guantes fuertes y mascarilla. El tapaporos se extiende con brocha en el sentido de la veta, bien extendido, y cuando esté seco hay que lijarlo con lija nº 600 para dar la siguiente mano. Tras lijar la segunda capa, podemos terminar el acabado con dos opciones: un barniz sintético, mate o satinado, bien extendido con brocha de buena calidad; o una mano de cera incolora, que dejaremos reposar una o dos horas para luego sacarle brillo con un cepillo suave.