Los muebles modulares son súper prácticos. Pueden adaptarse a todos los espacios, ajustarse a la forma o dimensiones de la pared, cubrir determinadas necesidades… E ir creciendo junto con las familias. La estantería de la foto es sin duda una idea fantástica, pero ha hecho falta el ingenio de un diseñador de mobiliario para darle forma.
Se trata de un diseño del creador británico Rolf Sachs, que ha unido sus esfuerzos con Linley Collaborations para crear unas series de mobiliario que, además de ser sencillas y prácticas, están realizadas a mano siguiendo técnicas de ebanistería tradicionales.
Q-ubes es el nombre de la estantería de la imagen, que fue presentada en el Festival del Diseño de Londres 2012 junto con otra serie del mismo equipo: Stack-ed Desk, un práctico y elegante escritorio. Ambos diseños se caracterizan por ser versiones lúdicas y poco convencionales de muebles clásicos. La estantería Q-ubes, evidentemente, está fuertemente influenciada por los juegos de bloques de construcción de los niños; una de sus mayores ventajas es que puede ser personalizada al máximo, de forma que cada usuario le puede dar su propio toque de diseño.
La estantería puede consistir en dos únicos bloques colocados uno encima del otro, o de todo un programa como el de la imagen. Uno de los detalles más atractivos de este mueble es que, aparte de módulos de madera, también se pueden insertar en la combinación elementos realizados con otros materiales, como por ejemplo metal o cristal. La estantería Q-ubes no está al alcance de cualquiera al ser un producto de diseño, pero podéis tomarla como inspiración para crear vuestro propio modelo. La podéis construir con cajas de madera a las que les habréis quitado el fondo, con cubos de cristal o metacrilato, con módulos fabricados con DM y pintados con esmalte acrílico… Y es que no puede ser más sencilla.