Cuatro ideas para renovar sillas


Las sillas son un elemento onmipresente e imprescindible en el mobiliario. Seguro que todos tenemos en casa sillas descabaladas, quizás heredadas de hace tiempo o restos de conjuntos que se han ido perdiendo o rompiendo. Es una pena que estas piezas, muchas veces de buena calidad y bonita forma, terminen en los contenedores, así que me he propuesto daros unas ideas para recuperar vuestras sillas y devolverlas a la vida.

Dos opciones llenas de color, perfectas para casas divertidas y sin complejos, y otras dos de estilo rústico con toque vintage, que harán las delicias de los amantes del estilo country en decoración. Tomad nota de cómo decorarlas:

Estas dos sillas están pintadas en alegres colores. La primera es una propuesta muy moderna y sorprendente: ha sido pintada a pistola con un degradado entre azul y blanco. Para conseguir este efecto hay que pintar la silla de blanco y luego hacer pasadas con azul marino y azul eléctrico. Puedes usar una pistola y esmaltes acrílicos, o pintar tu silla con aerosoles de distintos colores.

La silla de la derecha es un clásico infantil, y se ha decorado pintando la base de un color naranja óxido, con asiento en azul grisáceo. Los travesaños del respaldo se han forrado con papel a cuadros. La silla entera se ha decorado con letras y motivos recortados de cómics, y también con lunares blancos pintados a mano. Para protegerla es recomendable barnizarla con dos manos de barniz acrílico incoloro.


Las dos propuestas siguientes son completamente distintas. La silla de la izquierda es tan original como sorprendente. Para decorarla, primero se barnizó en un color nogal oscuro, para luego cubrir el asiento con plástico autoadhesivo. Después se dibujó la flor y se recortaron las piezas que iban a quedar en color madera, dejándolas pegadas y retirando el resto. Para terminar, la silla se pintó con dos manos de esmalte blanco y después se decoraron los detalles grises con cinta de carrocero (en el asiento, los bordes del dibujo se pintaron a mano). Ya sólo falta retirar el plástico.

Para terminar, el encantador aspecto vintage de esta silla en blanco decapado es fácil de conseguir. Basta con pintarla con dos manos de pintura acrílica blanca y luego lijar algunas zonas para dejar el descubierto la madera oscura. Una mano de pátina para envejecer dará el toque final al trabajo.

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