Hay muebles que son un tesoro. No solamente decoran por sí mismos cualquier ambiente, sino que cumplen, además, una función muy práctica. Es el caso de la chaise longue, una pieza pensada para el disfrute estético y funcional.
La palabra “chaise longue” procede del francés y podría traducirse como “sillón largo”. Su acepción en inglés, “lounge chair”, es también de sobra conocida. Ambos términos definen un sofá con forma de silla que incorpora una prolongación lo bastante larga como para descansar las piernas.
En la zona de reunión
Estas camas de día, como también se podrían llamar, invitan al descanso y a la contemplación, a la siesta, a la lectura… al placer. Situadas convenientemente en una zona de reunión de tu salón, son la pieza perfecta para estimular la conversación relajada. Y es que su diseño simple y ergonómico las convirtió desde la antigüedad en el centro social del hogar.
A lo largo de la historia se tienen multitud de referencias que las sitúan ya en la época romana. También están presentes en la mitología india y en otras culturas milenarias. Posteriormente fueron desterradas al olvido hasta que el surgimiento del Neoclasicismo las rescató de nuevo allá por el siglo XVIII.
Elige tu estilo
De la imaginación de Le Corbusier, por ejemplo, surgió una chaise longue muy especial que se ha convertido en una de las piezas más emblemáticas del diseño contemporáneo. Con su diseño de 1928, el arquitecto alemán creó todo un hito. Se trata de una mecedora de acero cromado que descansa sobre una base de acero negro, y unas bandas de caucho que sostienen un cojín de piel de vaca. Todo salón cosmopolita que se precie desea una. Fue manufacturada por la empresa italiana Cassina, y la original es una pieza muy buscada por coleccionistas de todo el mundo.
Hoy existen numerosísimas propuestas de variados estilos para que todos encuentren su chaise longue perfecta. Románticas, clásicas, rústicas o con un diseño moderno y contemporáneo. Busca la tuya y disfrútala sin medida.