Un total de 2.500 botellas de vino y champán han servido para que el asiento que podéis ver en imágenes sea una realidad. Puede servir tanto de puf como de taburete y está fabricado con corcho, gracias a los tapones que de esas botellas se han extraído una vez se han utilizado. Eso sí, vigilad no os vayáis a taponar el culo.
Tiene un diámetro de 48,3 cm y una altura de 78,7 cm. Los tapones de corcho van colocados dentro de una malla de color negro que evita que puedan salirse pero que los dejan a la vista. Si os interesa, tengo que deciros que lo encontraréis en shop.gessato.com a un precio un tanto prohibitivo, pues la broma cuesta 980 dólares (unos 716 euros al tipo de cambio actual).