Acabado turquesa envejecido para muebles

Recientemente hablábamos de lo trendy que se ha vuelto de nuevo el acabado envejecido para muebles. Lo vemos en ambientes rústicos, industriales, campestres… Durante bastante tiempo también estuvo muy de moda (y todavía aguanta el tirón) el decapado en blanco, pero la verdad es que este tipo de pinturas puede adaptarse a los nuevos tiempos ampliando el abanico de colores.

El turquesa, por ejemplo, es un color que le gusta prácticamente a todo el mundo. Alegre e intenso, nos trae a la mente las aguas caribeñas, los cielos de verano… Convenientemente patinado, puede quedar perfecto para renovar algún mueble que tengamos olvidado.

La cómoda de la imagen es un buen ejemplo. Es una cómoda estilo Luis XV con acabado turquesa envejecido y tiradores en plata patinada, de la firma Oficina Inglesa (que también lo ofrece en otros materiales y colores). Esta cómoda puede ser un buen punto de partida para decorar cualquier mueble que tengamos en casa: basta con disponer de lija de grano medio, pintura acrílica color turquesa, cera incolora, betún de Judea, rodillo de esmaltar y cera plateada.

En primer lugar, lija suavemente el mueble (si está barnizado no hace falta que le quites el barniz; solo que quede algo rugoso para que agarre bien). Retira el polvo y píntalo con la pintura turquesa y el rodillo, aplicando entre dos y tres manos (hasta que se cubra bien el fondo). Deja secar y lija la pintura en el sentido de la veta, con mucho cuidado, para que la madera aparezca por debajo en esquinas, relieves y también en algunas zonas de la superficie. Termina aplicando una pátina hecha con una lata de cera incolora derretida y un tapón de betún de judea. Extiéndela con brocha cuando esté templada, espera una hora y sácale brillo con un trapo que no suelte pelo.

Si decoras ligeramente los relieves y tallas, el canto de la encimera o las esquinas con un poco de cera plateada (en tiendas de manualidades) aplicada con el dedo, el resultado será insuperable.