Estaréis de acuerdo conmigo en que las butacas reclinables son cómodas, prácticas, buenas para la espalda… Pero por lo general, no suelen ser muy atractivas. Sus diseños priman la comodidad por encima de la estética, y convierten a estas butacas en armatostes que destacan en los salones y las estancias por su poco decorativo look.
Sin embargo, en los últimos tiempos algunas firmas punteras de decoración y tecnología se han propuesto cambiar la estética de las butacas de forma radical y convertirlas en artículos de diseño. Y vaya si lo han conseguido.
Estilizadas y en color pastel
En la foto de apertura podéis ver un modelo de la firma American Leather Marketing que se inspira en los sillones tradicionales, pero estilizando el diseño. Una vez recogidas, las butacas Gavin y Cloe (que así se llaman) son más pequeñas que un sillón corriente. Sus colores pastel actualizan a la perfección el diseño, al igual que las sobrias líneas rectas que lo forman.
El modelo más friki
Probablemente, el modelo que más me haya llamado la atención sea esta peculiar butaca (por llamarla de alguna manera), cuyo nombre es Varier Gravity Balans. La verdad es que parece realmente que desafíe a la ley de la gravedad, al tener tan pocos puntos de apoyo en el suelo… Está diseñada para conseguir la máxima comodidad y relajación posible, y resulta muy llamativa en su rareza.
Para todos los gustos
Otros modelos muy elegantes son la e trata de la Wink Chair (“silla guiño”), diseñada por Toshiyuki Kita y con una estética entre futurista y oriental, perfecta para casas modernas y cn estilo. Por otra parte, la butaca 577 de Rofl Benz está realizada en cuero negro y recupera la estética de los años 40 y 50 en un modelo lleno de glamour y elegancia. Para terminar, la silla Venus de la firma Fama ofrece la posibilidad de escoger un tapizado estampado, y cuenta con un mecanismo que se activa con un simple movimiento de apoyo sobre el respaldo.