Las fiestas navideñas están al caer, y al término de las celebraciones son muchos los hogares que se encuentran con una o más cajas de madera (de vino, fruta, de la cesta de Navidad…), que desde luego es una pena tirar al contenedor. Bien sea porque nos las han regalado, bien porque las hemos comprado para comidas y cenas, las cajas están esperando humildemente que les regalemos una nueva vida para disfrutarla en el Año Nuevo…
Hace unos días os proponía utilizar tres cajas de vino para hacer una bonita mesilla reciclada. Pues no es lo único para lo que sirven, os lo garantizo.
Para guardarlo todo, todo…
En la imagen de la izquierda podéis ver unas cajas de madera (de las que se usan para fruta) colgadas de la pared, que se han utilizado para guardar elementos de jardinería. Para la terraza, el porche, el garaje o la caseta de las herramientas de jardín, son accesorios gratis que solo tendréis que fijar a la pared con hembrillas, escarpias y tacos de expansión. Podéis lijar la madera y pintar las letras con plantillas, con la técnica del estarcido.
Propuestas para distintos ambientes
La foto de la derecha muestra unas cajas con laterales de pizarra, una idea muy interesante. Podéis pintarlos con pintura de pizarra para luego escribir qué es lo que vais a guardar en ellas. También es posible recortar unos agujeros en los laterales, a modo de asas, con la sierra de calar. No olvidéis lijar bien los cortes para quitar las astillas y evitar así posibles accidentes.
Si las cajas de vino tienen letras impresas, no las quitéis: les dan ese aire entre vintage e industrial que tan de moda está hoy día en los ambientes. En las siguientes imágenes encontraréis más propuestas para reciclar cajas: pintarlas y utilizarlas para meter dentro un regalo de boda, forrarlas de papel, utilizarlas tal cual para hacer un bodegón…
