Erwan & Rowan Bouroullec, los enfants terribles del diseño francés, nunca dejan de sorprender y deleitar a propios y extraños con sus creaciones. Basadas en la funcionalidad por encima de todo y con un diseño siempre elegante y racional, los muebles de los Bouroullec son prácticos e intemporales, sencillos y equilibrados. Es el caso del sofá Ploum, una creación que lanzaron el año 2011 en colaboración con la empresa de mobiliario francesa Ligne Roset.
El sofá Ploum tiene una forma sencilla y sin complicaciones, muy abierta y basada en las líneas curvas por encima de todo lo demás. A mí me recuerda un poco, con las lógicas diferencias, al sofá Wilmot de Habitat; quizás sea por ese revival que está experimentando hoy día el capitoné…
El tapizado exterior es elástico y está relleno de espuma blanda de poliuretano, lo que convierte a este sofá en un auténtico “abrazo” para quien lo utilice. También contribuye a esta acogedora sensación la curva que hace su estructura, generando en total una rica experiencia sensitiva que además permite que se pueda utilizar de muchas formas diferentes.
El propósito de los hermanos Bouroullec con el sofá Ploum fue crear un elemento que sirviera sobre todo para disfrutar de los momentos más especiales del día. La siesta, un rato con un buen libro, la conversación… El novedoso tejido elástico con el que está tapizado ofrece una sensación nunca experimentada antes en un sofá. Este tejido ha sido utilizado con el objeto de reflejar un estilo de vida contemporáneo, donde los conceptos “flexibilidad” y “confortabilidad” son fundamentales en el día a día. El sofá Ploum está disponible en dos tamaños; el mayor de los dos diseños da cabida a cuatro personas, y su forma curva está diseñada para fomentar la relación y la conversación.