Hace ya unos días os enseñaba en Revista Mueble un diseño realmente sorprendente: el armario Piccadilly, que mezclaba la inspiración arquitectónica más clásica con la tecnología informática. El mueble que os traigo en el post de hoy no se le queda a la zaga en originalidad, ni tampoco en lo que a mezcla de estilos y épocas respecta.
Su nombre es Alix y es un sofá muy especial. Ha sido diseñado por la firma de mobiliario Amaze en colaboración con el grafitero Tilt, un artista urbano francés de prestigio internacional. El resultado, a la vista está: por un lado tenemos un sofá clásico a más no poder, y por el otro, una obra de arte callejero y rompedor.
Máximo contraste
Alix es el primer mueble salido de la imaginación de Tilt. Su inspiración artística es precisamente lo que lo convierte en una pieza icónica e irrepetible. Combinando estilo y calidad, el sofá muestra una paleta de color bicromática que se ciñe estrictamente a los dos tonos en máximo contraste: el blanco y el negro. Los materiales son también sencillos, aunque resistentes y de calidad. La estructura está realizada en madera maciza, mientras que el tapizado es de cuero negro con acabado capitoné.
Obra de arte… Y asiento
Visto desde detrás, el sofá muestra una superficie bidimensional que representa una obra del grafitero Tilt. Su estilo, muy inspirado en el cómic y el pop-art, es muy característico. La sorpresa viene cuando damos la vuelta a la pieza y nos encontramos con que, en realidad, es un sofá tan clásico que casi resulta hasta pasado de moda… El contraste no puede ser más evidente. Se trata, en palabras de la firma Amaze, de “una pieza de mobiliario de lujo, con un toque de glamour que casi resulta erótico”. De factura francesa, Alix ha sido fabricado por artesanos expertos que han dedicado a su confección más de setecientas veinticinco horas de trabajo. Está disponible en edición limitada.
Fotografías: © Amaze-art.