Hace unos días veíamos en Revista Muebles lo fácil que es renovar viejas sillas y darles un nuevo look. La verdad es que basta con buenas pinturas, brochas de calidad, un poco de habilidad e ideas originales para lograr acabados de puro diseño. Y si no, ¿qué me decís de los muebles de cocina y las sillas estilo Mondrian que os enseño en estas fotos?
La idea, plenamente retro, es estupenda. Seguro que muchos habréis visto e incluso tenéis estas clásicas sillas de cocina, que si mal no recuerdo solían ir acompañadas de taburetes e incluso de mesas. Con patas de tubo de acero y encimeras de aglomerado melaminado, es posible darles una nueva vida con pintura.
Selladora y esmalte-laca
Como podéis ver, basta con tres o cuatro botes de pintura para llevar a cabo este trabajo. Lo primero que hay que hacer es aplicar sobre los muebles de cocina y las sillas dos manos de selladora sintética, a ser posible con rodillo y brocha de calidad. Así dejaremos la superficie lista para “agarrar” bien la pintura. Después, pintaremos todas las superficies con dos manos de esmalte-laca blanco. Os recomiendo que lijéis un poco la pintura cuando esté seca empleando lija del nº 600: así quedará más lisa y suave.
Fotos en blanco y negro
Para hacer las composiciones de color tendréis que ir delimitando zonas con cinta de carrocero. Lo mejor es pintar primero los cuadrados y rectángulos de color en rojo puro, amarillo limón y azul vivo. Cuando estén secos, volved a delimitar las franjas correspondientes al negro. La mejor pintura es, como os comentaba, el esmalte-laca satinado: es súper resistente. Como podéis ver, en una de las sillas también se han pegado unas fotos de época en blanco y negro: quedan genial, ¿verdad? Basta con pegarlas con cola blanca y luego barnizar las sillas con dos manos de barniz acrílico incoloro para que se mantengan durante mucho tiempo.