Encolar muebles: así se hace


Los muebles antiguos o que tienen muchos años de uso siempre terminan por desencolarse. ¿Quién no ha vivido la experiencia (en su propia persona o en la de algún visitante…) de sentarse en una silla que se balancea peligrosamente, rechina y amenaza con descabalarse? Si tienes en tu casa muebles que se encuentran en estas condiciones, no los tires: arreglarlos es mucho más fácil de lo que puedas pensar.

Para ello necesitarás cola blanca de buena calidad, sargentos o gatos para apretar las piezas, gomas elásticas resistentes (pueden servirte tiras de un viejo neumático, que conseguirás en cualquier taller), mazo, espigas de madera, taladro y clavos.

Desmontar las uniones


Lo primero que hay que hacer es desmontar las piezas que “bailan”. Para ello, retira los tornillos o clavos que veas y golpea suavemente la parte a separar hasta que veas que la espiga de madera va saliendo de la caja. Un consejo: antes de separar las partes, márcalas o numéralas de forma que sepas qué espiga va en qué caja. Cuando tengas todo desmontado, retira la cola o adhesivo viejo con un formón o un cúter, y lija la madera hasta dejarla totalmente limpia.

Apretar con sargentos o gomas


Puedes encolar de nuevo las piezas aplicando una generosa cantidad de cola blanca y volviendo a insertar las partes. Golpea de nuevo con el mazo de goma hasta que entren del todo, y retira la cola que rebose con un paño húmedo. Mantén las piezas encoladas bajo presión durante un día, utilizando sargentos y trozos de madera (para impedir que los sargentos dejen marcas en el mueble). También puedes usar las tiras de goma para rodear los cuadros de las sillas, y tensarlas con un palo de madera para conseguir apretar las cuatro esquinas a la vez. Las uniones se refuerzan introduciendo clavos, tornillos o espigas de madera.

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