Si sois seguidores de Revista Muebles, estaréis muy al tanto de las tendencias en decoración y mobiliario. Y en consecuencia, sabréis que una de las tendencias que más se lleva desde hace unos años es la mezcla de muebles antiguos y modernos en la decoración de las casas. Es una moda que triunfa y que no tiene pinta de pasar, por el momento…
Pero no es fácil mezclar estilos y épocas sin que la casa termine pareciendo una tienda de cachivaches. Hay que hacerlo con cuidado y buen gusto. Si lo conseguimos, nuestra casa parecerá al final una mansión de revista. ¡Vamos a ver cómo lograrlo!
Mejor, piezas auténticas
En primer lugar, os aconsejo que intentéis buscar siempre piezas de calidad. Sobre todo, en lo que a muebles antiguos se refiere. Las imitaciones resultan bastante evidentes, a no ser que sean de excelente calidad (os costarán casi lo mismo que las antigüedades…). Merece la pena darse unos cuantos paseos por rastros, mercadillos y desembalajes en busca de gangas. En lugar de comprar carísimos muebles estilo Imperio o Bidermeier, por poner dos ejemplos, escoged piezas de los años 40 y 50, definales del siglo XIX… Y si las podéis restaurar vosotros, mucho mejor.
Plástico y madera: buena combinación
Una vez elegidos los muebles antiguos, lo mejor es combinarlos con elementos modernos que contrasten de forma evidente. Por ejemplo, una gran mesa de comedor de madera antigua puede quedar genial con seis sillas de plástico estilo Panton, blancas o de algún color intenso: rojo, naranja… De la misma manera, un sofá Chester de cuero marrón envejecido combinará a las mil maravillas con unas mesitas de centro de metacrilato transparente… Los espejos de pared estilo barroco, con molduras y pan de oro, son excelentes compañeros de grandes láminas y fotografías modernas en blanco y negro. Son sólo unas cuantas ideas que os servirán de inspiración.