A estas alturas seguro que habrás escuchado hablar muchas veces sobre los lavabos suspendidos. Son una opción a valorar porque son múltiples las ventajas de las que nos podemos aprovechar al instalarlos, motivo por el cual se han convertido en habituales en millones de casas. En este artículo te hablaremos precisamente de esas ventajas, así que te recomendamos prestar atención a todo lo que viene a continuación si tienes alguna duda sobre la idoneidad de los mismos para tu hogar.
Se adaptan a cualquier cuarto de baño
Verás muchos lavabos suspendidos en ibanos.com y en otras tiendas que podrás colocar en tu cuarto de baño. ¿Por qué? Pues porque se adaptan a todo tipo de espacios, siendo una solución a la que recurren muchas familias que por una cuestión de espacio no pueden decantarse por otras opciones. Al ir pegados a la pared, la necesidad de metros cuadrados disminuye.
Diseños de todo tipo
Encontrarás lavabos suspendidos con todo tipo de diseños. Lo mejor de todo es que han sabido adaptarse a la perfección al paso de los años, y es por ello que es posible encontrar diseños minimalistas o de estilos decorativos tan apreciados como el nórdico. De hecho, incluso los hay que parecen llevarnos al futuro.
Versatilidad
Al no tener una estructura por debajo que delimita la altura, gracias a los lavabos suspendidos podemos ser nosotros mismos quienes elegimos la altura que mejor nos viene, convirtiendo esta solución en la más versátil de todas con diferencia.
Amplias opciones de almacenamiento
Los lavabos suspendidos dan mucho juego, ya que no ocupan espacio justo debajo de los mismos. Eso te permite recurrir a todo tipo de opciones de almacenamiento, desde las más tradicionales hasta las más novedosas. Por ejemplo, puedes decantarte por una serie de baldas en las que colocar las toallas que vas a utilizar para la ducha y para secarte las manos.
Suelos protagonistas
Para que el lavabo no se apodere del protagonismo que también hay que dar a otras partes de un cuarto de baño, a su favor hay que decir que con los lavabos suspendidos el suelo no pierde ni un ápice del protagonismo que debemos darle, especialmente si hemos logrado hacernos con azulejos cuyo diseño nos enamora. Además, no hay que olvidar que el hecho de que se vea el suelo en vez de la parte inferior de lo que sería un lavabo, permite aligerar el espacio visualmente.
Facilidad a la hora de la limpieza
Otro punto que hay que valorar de forma muy positiva es el que tiene que ver con la limpieza. A diferencia de lo que sucede con los lavabos con pedestal o encastrados, con los lavabos suspendidos no tendrás problemas para dejarlo todo bien limpio. Podrás pasar la fregona sin tener que hacer malabarismos, y lo mejor de todo es que dirás adiós a las típicas juntas que con el paso del tiempo se acaban ennegreciendo.