Una silla llena de amor


El estilo y la línea de esta silla son, desde luego, inconfundibles. Remiten directamente a su inspiración directa, la famosísima silla Hormiga de Arne Jacobsen, creada en los años 50 del siglo XX y que a día de hoy no ha perdido ni un poco de interés ni de modernidad. Pero esta delicada y hermosa silla no tiene tantos años, sino que se trata de un diseño recién salido del horno (por decirlo de alguna manera) que recibe el nombre de Trix.

Aunque no sé si lo habrán hecho con toda la intención, la silla Trix me parece todo un homenaje al amor con ese respaldo en forma de corazón, adornado con un calado central que tiene la misma silueta. ¡Es sin duda una buena silla para sentarse a cenar en San Valentín!

Tradicional y moderna a la vez

En realidad, el adorno está inspirado en la tradición de mobiliario de madera de los Alpes suizos, y la silla Trix es un diseño que la compañía Schmidinger Mödelbau ha realizado y lanzado para fusionar dicha tradición con el moderno diseño danés. De hecho, esta silla se ha adaptado a partir de las antiguas sillas alpinas brettstuhl, pasándolas por el tamiz de la famosa Hormiga del diseñador danés Jacobsen.

Sillas alpinas con nuevo estilo


Las sillas brettstuhls suelen tallarse creando formas elaboradas y románticas, así que los “padres” de Trix decidieron incorporar esta estética en el respaldo, añadiendo los calados en forma de corazón, y dando la misma silueta al propio respaldo. Las patas son de madera de olmo oscura y se conectan por debajo del cuerpo de la silla. Cerca del suelo llevan unos fiadores en aspa que les aportan solidez y atractivo estético. La silla Trix se presenta en colores antracita, blanco y verde pastel. En definitiva, se trata de un diseño plenamente intemporal que lucirá precioso en el comedor más fino y elegante.

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