El concepto de silla plegable es muy antiguo, y durante el siglo XX muchos han sido los diseños que han seguido esa línea. Desde las clásicas sillas de tijera hasta las que llevábamos de camping, las sillas plegables han acompañado a generación tras generación por todo el planeta. Pero la verdad es que nunca habíamos visto una silla plegable como ésta… Fabricada con listones de madera clara, esconde en su sencillez una complejidad mucho más interesante de lo que pudiera pensarse a primera vista.
Su nombre es Ossa y, más que plegable, podríamos decir que es una silla “que se dobla”. Porque no solo se recogen el asiento y las patas, sino que todas sus partes se pliegan gracias a un ingenioso sistema artesanal.
«Huesos y articulaciones»
Ossa es un diseño de los canadienses Solveig Johannssen y Krystin Clarke. Su construcción evoca sorpresa y placer, con un movimiento de plegado y desplegado lleno de expresividad que parte de lo que podríamos llamar “la columna vertebral” de la silla. El nombre es en realidad un término latino que significa “huesos”, y que rinde homenaje a los cincuenta elementos óseos que forman la columna vertebral. El carácter articulado de esta silla la convierte en un diseño muy original, cuya flexibilidad le proporciona un toque inquietantemente orgánico.
Los ángulos y los espacios precisos de la columna permiten a las vértebras doblarse tan solo en una dirección, y quedarse en la posición deseada una vez separadas. La silla Ossa tiene, de esta manera, un sentido muy conceptual y un fuerte carácter antropomórfico que se articula a través de pistas formales, y que tiene además la sana intención de aportar diversión a la hora de transformar y doblar la silla. En parte juego, en parte elemento funcional, Ossa es un diseño pensado para quienes quieren algo más que simples muebles para sus viviendas.
