El descanso es fundamental en nuestras vidas. Lo es en un mundo en el que todo gira tan deprisa y cuesta mantener al margen el estrés, que nos acompaña en nuestro día a día y solo nos da tregua los fines de semana. Por eso es tan importante amueblar el dormitorio en las mejores condiciones posibles, ya que es en esa estancia del hogar en la que podemos relajarnos y desconectar tras una larga jornada de trabajo.
Para que aciertes en la elección de la cama y el cabecero, que sin duda alguna son los grandes protagonistas del dormitorio, hemos preparado este artículo repleto de consejos que te ayudarán a tomar una buena decisión de compra. ¡Toma nota!
La elección de la cama
La inversión de la cama no es una inversión cualquiera. No hay que escatimar dinero a la hora de elegirla, sobre todo cuando se trata de dar el visto bueno al colchón, que debe ser lo suficientemente cómodo para que te levantes como nuevo todas las mañanas. Valora los tipos de colchón y almohadas que hay en el mercado y elige en función de tus gustos y necesidades, algo que en muchas ocasiones viene marcado por la constitución de cada persona.
El tamaño de la cama viene dado por el tamaño de la habitación, pero también por la altura de la persona o las personas que van a descansar sobre ella. En caso de una pareja, se recomienda que entre los pies del más alto y el final de la cama haya un mínimo de 20 centímetros de distancia. Además, el ancho debe ser lo suficientemente generoso para que cada uno pueda tener su espacio.
El diseño de la cama debe ir en consonancia con el diseño del resto de la habitación, lo que implica apostar por líneas curvas si son las que predominan, o por líneas cuadradas y rectangulares en caso contrario. Eso sí, piensa que las líneas redondeadas son capaces de transmitir optimismo y son más relajantes que las cuadradas, a las que asociamos con ambientes más fríos y distantes.
La elección del cabecero
No es menos importante la elección del cabecero, que como es lógico está muy influenciada por el diseño de la cama. Eso implica comprarlo después o a la vez, pero nunca antes. Un cabecero es más económico y fácil de adaptar que una cama, así que no hay que invertir el orden de compra.
A la hora de elegirlo hay que pensar en las dimensiones (siempre hay que comprarlos entre 20 y 30 centímetros más anchos que el tamaño de la cama), en el estilo decorativo y en el material o tapizado que lo compone. Los más clásicos son de hierro o de forja y con un tapizado capitoné, mientras que los más modernos y minimalistas suelen ser de madera, bastante sencillos y con un acabado lacado.
Una selección muy recomendable de Ámbar Muebles
Si vas buscando una cama y un cabecero para tu dormitorio, te recomiendo echar un vistazo a las propuestas de Ámbar Muebles. Es una empresa con mucha experiencia en el sector del mobiliario que cuenta con una oferta de productos cuidadosamente seleccionados para satisfacer las necesidades de sus clientes, que a su vez se benefician de un servicio exquisito.
En su página web, en la sección de camas y cabeceros, encontrarás diseños para todos los gustos, como por ejemplo los que te mostramos a continuación.
Todos ellos están disponibles y se ofrecen con dos años de garantía a contar a partir de la fecha de entrega. Además, los puedes adquirir con comodidad a través de varias formas de pago, entre las que se incluye la financiación a 48 meses.