Lacar los muebles es una excelente opción para darles una vida nueva. Es más fácil de lo que parece y solo te llevará algunas horas, así que presta atención a lo que te contamos en este artículo y no tendrás que recurrir a un especialista que te cobrará por ello.
Solo tienes que cubrirlos con una pintura de esmalte o laca, que puede ser brillante o satinada y que siempre es lisa. Tú decides el tipo de acabado final, pero normalmente se recomienda lacar los muebles para acoplarlos en un ambiente rústico, que es donde se sienten más integrados a menos que el acabado sea brillante, en cuyo caso encaja más con ambientes minimalistas y vanguardistas.
1. La elección del esmalte
Nada más empezar tendrás un dilema por resolver. ¿Esmalte al agua o esmalte sintético de poliuretano? Aunque el esmalte al agua se manipula y se limpia con más facilidad, si buscas un acabado de calidad te recomiendo la opción del esmalte sintético. Eso sí, ten en cuenta que desprende olor y tendrás que diluirlo con disolvente.
2. Revisión del estado de la madera
Antes de hincarle el diente al mueble, hay algo que es absolutamente imprescindible. Hay que comprobar el estado del mismo para solucionar cualquier tipo de desperfecto como puede ser una raya o un golpe. Para ello, lo más indicado es emplear pasta de madera.
3. Limpiar, secar y lijar
Los pasos previos no terminan ahí. Para asegurarte de que el lacado del mueble se va a llevar a cabo sin complicaciones, no puedes pasar por alto el limpiado, el secado y el lijado del mismo. De esta forma te asegurarás de que está libre de imperfecciones.
4. Base selladora
Empieza la acción. Lo primero que hay que hacer es aplicar la base selladora, que como su propio nombre indica te ayudará a tapar cualquier agujero. ¿Para qué? Para que no absorba más pintura de la que debe. Además, sirve para mejorar el acabado de cualquier tipo de mueble lacado.
5. Lijar, limpiar y secar
En esta ocasión lijar va al principio. Hay que hacerlo justo después de aplicar la base selladora. Luego, teniendo en cuenta que se levantará algo de polvo, toca limpiar y secar.
6. La hora de la pintura
Ves a por la pintura y a por un rodillo. Pásalo siempre en la misma dirección, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Deja que se seque la primera capa y vuelve a lijar el muebles. Límpialo, sécalo y dale una capa más. Normalmente dos capas son suficientes para lograr el resultado deseado, pero si hay que darle otra no te olvides de lijar antes de ir a por la tercera.
7. Cera incolora
Asegúrate de que ha quedado bien y deja que se seque. El último paso es aplicar cera incolora con la ayuda de una brocha. Acto seguido, deberás frotar el mueble con un trapo para sacarle brillo y pulirlo. Cuantas más ganas le pongas mejor quedará, así que dale ritmo al brazo.