La afición por el vino y por la enología gana enteros cada año. En un país como el nuestro, donde el vino y su cultivo son casi una religión, cada vez hay más personas que deciden tener en su casa una pequeña (o grande, dependiendo de cada uno) bodega con los mejores caldos. En el mercado hay muchas opciones para almacenar las botellas, pero ninguna como la que hemos descubierto hoy.
Se trata de dos preciosos aparadores realizados en madera reciclada, que además cuentan con unas baldas especiales para colocar las botellas. Su estilo colorista y envejecido hace de ambas piezas dos diseños muy particulares, destinados a llamar la atención en todo tipo de salones, pero muy especialmente en ambientes vintage y de estilo industrial.
Madera con más de 150 años
Los dos modelos que aparecen en las fotos son de la firma inglesa Little Tree Furniture y pertenecen a sendas colecciones. Sus nombres son Riya y Mary Rose, y tienen en común que están realizados con tablas de madera reciclada, que conservan sus colores, acabados e impresiones originales. ¡Algunas de las tablas tienen más de 150 años de antigüedad! Así, estos dos muebles no solo son muy decorativos y de tendencia, sino que también resultan ecológicos y sostenibles. El modelo Riya con vinoteca es el de mayor tamaño, con tres cajones y tres puertas que esconden baldas de almacenaje. A la derecha queda el espacio destinado a guardar las botellas.
Pasado marinero
El aparador Mary Rose tiene un fascinante pasado marinero: está realizado con madera reciclada de embarcaciones desguazadas. Con cabida para dieciocho botellas, es el mueble perfecto no solo para guardarlas, sino también para exponerlas. Además de para comprar, estos dos muebles también pueden ser una inspiración muy interesante para persoanalizarnuestros propios aparadores, vinotecas y muebles-bodega, revistiéndolos con viejos tableros de colores que les aporten el encanto de los tiempos pasados y la madera reciclada.
Hola Buenas tardes, quisiera saber las medidas del mueble Pasado Marinero y el precio del mismo, muchas gracias Erika