El reciclaje sigue dándonos constantes (y agradables) sorpresas en el campo de la construcción de muebles. En este caso nos encontramos con una colección de taburetes llenos de encanto, luz y elegancia minimalista, que han sido diseñados por dos creativos de forma que con su elaboración puedan reciclarse una serie de pantallas de plástico, pertenecientes a aquellas farolas con forma de seta que se pusieron de moda en los años 60.
El nombre de los taburetes es Statthocker, y son obra de los diseñadores Oliver Bahr y Bastian Demmer. Además de un sitio para sentarse y un objeto decorativo, cada uno de estos taburetes es también una lámpara. Y por si fuera poco, se pueden apilar.
Antes pantallas, ahora asientos…
Las pantallas de las farolas fueron retiradas para equipar a las luminarias urbanas con LEDs de bajo consumo. Esto hizo que ambos creativos se planteasen darles un uso posterior: su diseño sencillo e intemporal las convertía en elementos idóneos para ello. Y por si fuera poco, tenían la altura perfecta como para servir de taburetes: 47 centímetros. Los taburetes llevan en la parte superior de las tulipas una su superficie brillante realizada en HI-MACS®, que es lo que les permitió a los “padres de la criatura” diseñar el taburete.
¿Qué es el HI-MACS®?
HI-MACS® es un material que se conoce como “piedra acrílica”, resistente, ecológico, barato y que puede usarse para múltiples funciones. Los taburetes Statthocker pueden iluminarse gracias a un LED independiente, fabricado a medida en la hendidura perfilada debajo del asiento. De este modo, el diseño solo representa un mueble sino también una escultura luminosa. Su una estética inusual, la simbiosis perfecta entre forma y funcionalidad que proporciona, y la elevada calidad y elaboración del material convierten a estos taburetes en piezas de gran interés decorativo y funcional.