En Revista Muebles queremos empezar el año con buen pie… Y con bricolaje. Pintar muebles es una actividad que lo tiene todo: sirve para reciclar trastos viejos que ya no servían para nada, contribuye al mantenimiento del medio ambiente al evitar tirarlos a la basura, ajusta nuestra economía consiguiendo que no tengamos que comprar muebles nuevos (sobre todo, con la cuesta de enero…) y nos sirve para relajarnos, entretenernos y dar rienda suelta a nuestra vena artística.
Los muebles se pueden pintar, empapelar, entelar… En nuestro blog lo hemos hecho de muchas maneras distintas. Lacados, a mano alzada, envejecidos y modernos: las posibilidades son muchísimas.
Motivos marinos y estilo francés
La cómoda de línea bombé de la izquierda se ha decorado con motivos marinos, un estilo que siempre funciona. Primero hay que lijar un poco el mueble, para después aplicar la imprimación (selladora acrílica) con rodillo de esmaltar. Terminaremos dando dos manos de esmalte acrílico color azul intenso. A quienes se os dé bien la pintura a mano alzada podéis realizar los motivos marinos a mano, con pintura acrílica blanca y pincel de acuarela.
Para los demás, no dudéis en emplear papel de calco amarillo y repasar luego las líneas con cuidado. Un rotulador blanco de los que se usan para juntas entre los azulejos de la pared también puede ser una excelente ayuda. En cuanto al mueble de la derecha, para saber cómo conseguir este acabado podéis consultar nuestro post sobre pintar muebles a mano alzada.
Un cuadro sobre un mueble
Es lo que podemos ver en el impresionante ejemplo de la derecha. Esto son ya palabras mayores, pero los aficionados a la pintura podéis cambiar por una vez vuestro lienzo habitual por un mueble como éste, de líneas rectas, y realizar con pinturas acrílicas una auténtica obra de arte. Para los menos mañosos, la opción de este cabecero es estupenda: solo hay que pintarlo de blanco, para después empapelar los paneles con un papel llamativo y cola blanca.