El color blanco es un acierto seguro, tanto en paredes y techos como en lo que a nosotros nos apasiona: los muebles. Si no sabes qué color escoger para tu mesa de comedor, no dudes en darle una oportunidad al blanco. Este tono siempre queda bien y además se integra a la perfección en cualquier tipo de decoración, independientemente de los colores que se hayan escogido para el ambiente.
Pero la verdad es que una mesa blanca necesita un poco de “chispa” a su alrededor para no resultar sosa y aburrida. Por eso, en estas fotos te mostramos cómo integrar una mesa de comedor blanca en distintos ambientes, con resultados inmejorables.
Sillas a todo color
Esta propuesta me encanta por lo sencilla que es, y lo sorprendentemente eficaz que resulta. Es tan fácil como darle un poco de vida a la mesa pintando las sillas que la acompañan en distintos colores. Puedes comprar un conjunto barato de comedor, fabricado en madera de pino, y ponerte manos a la obra con la brocha y el esmalte para conseguir un efecto parecido. Fíjate lo bien que queda en un salón clásico.
Opción retro-moderna
Los muebles de plástico de los años 60 y 70 causan furor. Si no te llega el presupuesto para comprar un modelo de diseño, en tiendas como Ikea y otros establecimientos puedes encontrar mesas parecidas a muy buen precio. En este caso, la idea es colocar la mesa blanca sobre un suelo laminado en tono oscuro (si es negro o gris antracita, mucho mejor; también puede ser de pizarra) para que su elegancia destaque por encima de todo.
Navidad minimalista
Esta gran mesa de líneas rectas y básicas puede quedar (y queda) preciosa acompañada de unas cálidas butacas de mimbre. Para la cena de Navidad, bastará con adornarla con un centro formado por varias velas grandes y cilíndricas, también blancas y de distintas alturas. La pared oscura con rodapié blanco hace el resto.
Un clásico colonial
Para terminar, un comedor de casa de campo de esos que no pasan de moda. En este caso, la mesa blanca lleva un sobre de madera oscura para crear un contraste muy atractivo. El acabado blanco envejecido es muy elegante y no es difícil de conseguir; además, da un toque vintage a los ambientes que ahora está de plena moda.