Cada vez son más las personas que optan por trabajar en casa. Bien sea porque las empresas optan en mayor medida por el tele-trabajo o bien porque las circunstancias obligar a reinventarse y empezar un camino independiente, lo cierto es que muchos de nosotros necesitamos un lugar en nuestra vivienda donde poder trabajar.
O tal vez simplemente sea el rincón donde damos rienda suelta a nuestras aficiones, donde chateamos, donde organizamos la economía doméstica o donde estudian nuestros hijos. La cosa es que la mayor parte de las casas destina un rincón o estancia a disponer de un despacho o estudio doméstico, y las opciones para amueblarlo con mesas de escritorio son muchísimas.
En la imagen superior os muestro dos ideas distintas. A la izquierda podéis ver la clásica mesa de diseño básico, con tablero de aglomerado melaminado y dos caballetes metálicos muy sencillos. El toque de diseño lo dan precisamente los dos caballetes, cuya parte posterior tiene forma de letra A mayúscula y la anterior consta tan solo del lado izquierdo de dicha letra, unido a la parte trasera por un travesaño de metal. Ingenioso y minimalista, sin duda. La mesa de la derecha es un concepto totalmente distinto: elaborada con troncos y piezas de madera en bruto, tal y como se encontraban en la naturaleza, crea un contraste perfecto con la pared blanca y los accesorios más modernos: la silla, la lámpara, el cuadro…
Sobre estas líneas, a la izquierda tenemos un diseño original y atractivo: la estructura que soporta la encimera, formada por las patas, está hecha con tuberías de plomo de fontanería unidas entre sí por racores y codos. Sobre esta estructura se halla una encimera realizada con tablas de madera muy gruesas, de tono claro y bien cepilladas y escuadradas. A la izquierda tenemos la clásica opción fabricada con dos caballetes de madera regulables y un sobre de cristal canteado y templado: esta idea siempre resulta y no pasa de moda.
De que casa es la mesa de troncos y piezas de madera en bruto?