Seguro que todos recordamos el clásico mini-bar que había en todas las casas de los años 70 y 80. Muebles de pared con el interior revestido de espejos, o tal vez carritos de latón o cromados que portaban las botellas… Con el tiempo estos muebles cayeron en desuso, pero el estudio de diseño Culdesac y la firma de mobiliario Punt Mobles han decidido recuperar el clásico mini-bar, dándole una vuelta completa para crear Mist.
Mist es el nombre de este precioso minibar, que Punt Mobles exhibió en su stand en el último Salón del Mueble de Milán
El mueble está destinado a guardar celosamente botellas, cristalería y accesorios en su interior, sin que nadie sea consciente de cual es realmente su función hasta que se abre. La apertura del mini-bar Mist es superior: las tapas correderas se deslizan hacia ambos lados, y en el interior del mueble encontramos un estante y una bandeja para poner todo lo necesario. Hay quien dice que este mueble le recuerda más a un escritorio que a un bar, por la delicadeza y la sobriedad de su diseño.
La tecnología ha logrado que la madera esté incrustada en las láminas de cristal ahumado que forman la austera estructura del mueble; lo normal sería al revés. Un acabado revolucionario que no se parece a nada que hayamos visto hasta hoy, y que es digno de un estudio tan creativo y eficaz como Culdesac. Los tableros empleados para hacer el mini-bar Mist están chapados en madera de nogal, sobria y noble.
Dentro del mueble hay espacio suficiente para almacenar las botellas en sentido vertical; la bandeja corredera que se haya sobre ellas sirve para disponer los utensilios. La cristalería, por su parte, se aloja en la zona inferior, protegida por dos puertecillas de cristal. El mueble está disponible con ruedas o con patas fijas, y sus medidas son de 60 x 40 x 92 cm. Encontrarás más información sobre Mist en la página web de Punt Mobles.