Seguro que todos recordamos los juegos de construcción infantiles a base de cubos y bloques, que hacían que pasáramos horas apilando las piezas para formar distintas construcciones… Pues este bonito y práctico sistema de almacenaje parte de una premisa muy similar. Es tan sencillo que parece increíble que nadie más lo haya patentado, siendo en realidad un diseño del estudio de arquitectura, interiorismo y producción de mobiliario estadounidense Incorporated Studio.
La idea es más que simple: una serie de cubos que se apilan unos sobre otros o bien se distribuyen de forma longitudinal, y que forman estanterías que no requieren obra ni montaje.
Probablemente lo más atractivo de este sistema sea el material con el que están hechos los cubos. Son de vidrio transparente coloreado, un material cuya superficie luminosa y suave tiene muchos adeptos. La ligereza de los cubos permite manejarlos sin problemas, mientras que su transparencia hace que visualmente apenas ocupen espacio. Al colocarse unos sobre otros y junto a otros, los colores se mezclan creando nuevos tonos muy atractivos.
Los módulos pueden emplearse como estanterías pero también como aparadores, librerías e incluso como base para colocar encima un cristal y formar una bonita mesa de centro. Otra buena idea es utilizarlos como luminarias, colocando dentro lámparas (como por ejemplo, las que llevan pinzas y que permiten engancharlas a los bordes). La idea es que cada uno disfrute con los cubos de cristal igual que lo hacía de niño con los bloques de construcción, y que al mismo tiempo les dé un uso funcional como sistema de almacenaje. Para guardar libros, para los juguetes de los niños, en la cocina, en el salón… La verdad es que estos cubos pueden quedar perfectos en todas las estancias de la casa. Si te gustan, búscalos en la página web de Incorporated Studio.