Los tiradores de los muebles son elementos fundamentales en su diseño, tanto por su función práctica (no podríamos abrir cajones ni puertas sin ellos) como por el toque estético que aportan. Sin embargo, convendréis conmigo en que los más bonitos suelen ser también bastante caros, y a veces nos sale más costoso cambiar los tiradores de los muebles que tirar el propio mueble al contenedor y comprar otro.
¿Tirar? Esa palabra la desconocemos en Revista Muebles. Preferimos renovar los objetos o parte de ellos, para darles una nueva vida. Si los nuevos tiradores nos salen caros, ¿por qué no hacer unos nosotros mismos o darles un nuevo aspecto a los que ya teníamos?
En la fotografía superior podéis ver una excelente y decorativa idea para renovar los tiradores de los muebles de cocina. O de los que más os apetezca. Basta con comprar unas arandelas plateadas con un agujero central, del diámetro aproximado de las que veis en la foto (si no las encontráis en la ferretería, podéis hacer unos discos de cartón gris con un agujero en el medio). Las arandelas se forran con papel, tela o plástico autoadhesivo y se intercalan entre el tirador y el mueble. No puede ser más sencillo.
La segunda opción es igualmente fácil. En este caso, hemos sustituido los tiradores originales de esta cajonera por corchos de botellas de champán. La idea era restarle un poco de seriedad al mueble, demasiado sobrio y austero para nuestro gusto. En este caso, la renovación nos ha llevado tan solo unos minutos: los que se tarda en desatornillar los tiradores originales y atornillar los corchos. Para facilitar la tarea, podéis perforar la base de los corchos con un berbiquí, justo en el centro. Después basta con inmovilizar los tornillos con un destornillador por la parte interior del cajón, e ir enroscando el corcho con cuidado.