Muy exclusivo es el mueble que os muestro en esta entrada. Se trata de un horno normal y corriente que por arte de magia se convierte en sillón. Sí sí, habéis leído bien. Con un simple movimiento deja de ser un elemento más de cualquier cocina para convertirse en un paraíso del relax. Evidentemente, hay que colocarlo en el salón, no en la cocina. Digamos que no sirve para calentar comida, simplemente aparenta ser un horno.
Esta pieza de mobiliario tan original ha sido diseñada por un estudiante de la DAAP Design School de la Universidad de Cincinnati. Cuenta con cajones y hasta incorpora un reloj para que no nos durmamos en los laureles. Lógicamente, no está a la venta, aunque no me extrañaría que se comercializara algún día.