Establecer con acierto las zonas de almacenaje es algo fundamental a la hora de amueblar una cocina. Son tantos los utensilios, alimentos, aparatos, cajas, botes y demás que hay que guardar, que contar con un buen sistema para almacenarlo con orden y concierto es clave.
Si bien en los últimos años se había impuesto la moda de amueblar las cocinas con sistemas modulares, basados en armarios con puertas, existe una tendencia que se abre camino en lo que al interiorismo de las cocinas se refiere, y que cada vez tiene más defensores: instalar estanterías abiertas.
Tenerlo todo a mano
Los estantes abiertos, sin puertas ni otros elementos que las cierren, aportan a la cocina un aire un tanto retro, de una época en la que aún no se había impuesto el minimalismo y las superficies lisas y sin adornos.
Además, a la hora de cocinar resulta muy práctico organizarlo todo en estanterías abiertas, ya que todo está más a mano. Sin embargo, ¿permitirá esta disposición mantener en la cocina una apariencia cuidada y decorativa? Todo depende de lo ordenado que seas. Ahora el orden es la clave. Si lo mantienes, los estantes abiertos te ayudarán a conseguir una cocina de revista.
Algunas ideas prácticas
Aquí tienes algunas claves que pueden ayudarte a conseguir el efecto deseado: una cocina con estantes abiertos que logre el equilibrio entre lo chic y lo desenfadado.
Una alternativa es dedicar toda una pared a estanterías o baldas abiertas para colocar cristalería, vajilla, libros de cocina… incluso floreros. Si lo haces con cuidado y cuidando de que exista cierta armonía entre los objetos expuestos, el resultado será muy satisfactorio. ¡Te encantará!
Por otra parte, también resulta interesante combinar baldas con armarios. Es una manera razonable de mantenerlo todo en orden, sin caer en el aburrimiento. Una distribución de ambos elementos, armarios y estantes, hará que tu cocina consiga un efecto muy dinámico.