No sé si será vuestro caso, pero sí es el mío y el de muchos conocidos. La cuestión es que nunca sabemos dónde guardar la bici… En casas que no tienen garaje o tendedero, este inconveniente puede terminar por convertirse en un problema: las bicicletas aparecen por todas partes, estorbando y molestando, y estropeando nuestra bonita decoración.
Por eso me ha gustado tanto este curioso y sencillo mueble. Gracias a él, no solo encontraremos un sitio para la bici incluso en la casa más pequeña, sino que además la convertiremos en parte de la decoración.
Zapatos, libros… Y bicicleta
El nombre de este mueble es Shoes Books and a Bike (significa Zapatos Libros y una Bici en inglés), y es obra del diseñador de Zúrich Thomas Walde, que forma parte del equipo del estudio Postfossil. El nombre del mueble lo dice todo: es una sencilla estantería con cabida para los libros, los zapatos e incluso la bicicleta. Los creadores de este ingenioso diseño tuvieron muy en cuenta el auge que está experimentando la bici como medio de transporte urbano en los últimos tiempos, a la hora de proyectar el mueble.
Sujeción mediante una pinza
El diseño crea una plataforma superior para la bicicleta, que encuentra su sitio en un gran cubículo que la enmarca y la exhibe. Pero quizás, lo más complicado fue pensar en un sistema que sujetase el vehículo en su lugar sin que resultase demasiado evidente. Dicho y hecho: una pinza de acero insertada en uno de los largueros laterales sujeta la rueda con fiabilidad. El mueble no puede ser más básico, y los materiales empleados para construirlo son baratos y resistentes. Está fabricado con madera maciza, acero, tornillos y fibra de coco, material del que se han hecho las “esteras” que protegen y adornan las baldas. Una vez más, el ingenio se convierte en un diseño práctico y bello.