La foto que acompaña a este post es ya de por sí bastante explicativa de la belleza y la elegancia de la mesa Nautilus. Este mueble es un prodigio del diseño y un artículo de lujo, siendo además una pieza experimental (un prototipo que aún no se comercializa) que une la tecnología más avanzada con las técnicas tradicionales en su elaboración. Su creador es el diseñador Marc Fish.
Nacida en un entorno donde la libertad artística es lo que prima, esta mesa ha sido diseñada y construida gracias a tecnologías asistidas por ordenador combinadas con innovadoras técnicas constructivas.
Así, la estructura de la mesa Nautilus está formada por más de cuatro mil piezas de madera de nogal y de sicomoro, a través de las cuales ha sido posible recrear (gracias a logaritmos matemáticos) la espiral basada que forma el interior de la concha de los nautilus, moluscos exóticos del fondo marino. Las proporciones de la concha de estos animales son siempre las mismas y no cambian de un individuo a oro, independientemente de su tamaño. Hay algo que las hace especialmente bellas: sus proporciones responden a la proporción áurea, es decir, a la medida de equilibrio que rige la belleza clásica en una composición.
Esto significa que no es posible encontrar mayor perfección en un diseño; es por otra parte una proporción que se halla habitualmente en la naturaleza, y que ha constituido la fuente de la inspiración para el diseñador. La mesa, además, reproduce por su exterior la textura rugosa de la concha de los nautilus, algo que se ha logrado tallando a mano los anillos de crecimiento. El interior muestra un acabado satinado que gira suavemente hasta entrar en la zona hueca. El sobre de la mesa es de cristal templado, fundamental para poder admirar el diseño interior y exterior del mueble desde todos los puntos de vista.