Inspirado en los clásicos escritorios y aparadores de persiana, y también en los muebles racionalistas de los años 50, este atractivo y elegante aparador diseñado por la berlinesa Anne Boenisch es una mezcla entre mueble del futuro y artículo retro. Su nombre es Plissee y fue presentado en el Salón del Diseño de Milán de este año 2012, siendo una pieza que llamó poderosamente la atención.
Y no es de extrañar, ya que la mezcla que este mueble propone entre tradición y modernidad, y texturas plásticas y naturales, es un acierto completo. Plissee es un mueble al mismo tiempo decorativo, funcional y elegante.
La estructura del aparador está hecha de madera y sus patas son deliciosamente vintage. Es una estructura sólida pero muy ligera, que apenas ocupa espacio y que se termina de cerrar gracias a las pantallas de tejido plisado (de ahí el nombre del aparador, Plissee) de poliéster. Como este material es traslúcido, el mueble deja pasar la luz y no tiene nada que ver con los típicos aparadores pesados y aburridos de toda la vida. Además de ser mucho más ligero, tanto visualmente como estructuralmente, su asimetría (un costado es recto y el otro redondeado) lo convierte en un diseño dinámico y al mismo tiempo, elegante.
Pero la cosa no termina ahí. El diseño de este mueble también apuesta por los efectos del color: las pantallas correderas de poliéster están coloreadas en tonos degradados, una tendencia muy de moda en decoración actualmente. El tono pasa gradualmente de blanco impoluto a rosa muy saturado, acentuando la sensación de deslizamiento que se genera cuando los paneles se corren y descorren. Este tecnológico tejido plisado acentúa la pureza de líneas de la estructura de madera y proporciona al mueble un intenso y divertido sentido lúdico del diseño de mobiliario.