Cada vez hay más personas que trabajan en casa, bien sea por elección o por determinadas circunstancias. El caso es que trabajar en casa puede ser un placer si sabemos organizar nuestro rincón de trabajo. Y si piensas que tu casa es demasiado pequeña como para destinar un lugar a estudio, ya puedes desechar esa idea. Es posible crear un rincón de trabajo (o estudio) en prácticamente cualquier lugar.
En este post te traigo cuatro propuestas, prácticas y de lo más atractivas, para crear un rincón de trabajo que se convertirá en tu lugar favorito de la casa.
La propuesta de la foto superior, a la izquierda, está pensada para mini-apartamentos. El rincón de trabajo está formado por una consola fijada a la pared, que se convierte en mesa improvisada. Puedes hacer una similar cogiendo una vieja mesa de madera, y cortándole las patas y parte del fondo; después, pinta la parte inferior en acabado turquesa envejecido y encera la parte superior. A la derecha, un práctico e ingenioso mueble: una estantería de doble cara con una mesa “partida” por la mitad, que se divide en dos para crear no uno, sino dos rincones de estudio.
En estas habitaciones se han aprovechado huecos aparentemente inútiles para colocar el lugar destinado al estudio o al trabajo. A la izquierda, la mesa es una balda con cajones cuya parte inferior se ha cubierto con cortinas, que cuelgan de un cable. Así podrás ocultar las cajas de almacenaje, el book, la papelera… La propuesta de la derecha ocupa un repecho donde hay una ventana, y se beneficia de la luminosidad que entra por ésta. La mesa es una sencilla encimera con dos estrechos cajones que se sujeta a la pared y al mueble del lateral con escuadras de acero. Como puedes ver, cualquier rincón puede acoger un completo estudio para trabajar en casa, por pequeña que sea ésta.