Los muebles en kit fueron sin duda la revolución en diseño de los años 90. Todo comenzó con la llegada de una serie de piezas de nombres extraños e impronunciables, que una firma sueca que todos conocemos trajo a nuestras vidas. Muebles de diseño que abarataban sus costes al presentarse listos para montar: ése era el concepto que acabó triunfando. ¿Quién no tiene un mueble de Ikea en su casa?
Pero en este post no vamos a hablar de Ikea, sino de un curioso diseño del creador coreano Jaebeom Jeong, de Stonewater Studio. Su nombre es Fake Shaker y se trata de una silla tradicional que se vende desmontada y con las instrucciones.
El nombre de la silla significa “falsa Shaker”; shaker es la palabra que designa al estilo de este tipo de piezas tradicionales. La gracia de esta silla está en que las piezas que van en cada kit son de distintas maderas, de forma que podemos crear sillas completamente personalizadas y que además se pueden montar y desmontar sin ningún problema. Junto con las piezas, el diseñador también proporciona un “folleto de instrucciones” impreso en tela. Cada parte de la silla está realizada de forma que las uniones y ensamblajes son muy sencillos. Las sillas se montan como si de puzles se tratase: no llevan tornillos ni necesitan cola. Cada kit incorpora también un asiento de cuerda o de tela.
El concepto con el que juega el diseñador en cada Fake Shaker es el de la fusión de la tradición y la modernidad. La comunidad shaker se creó en el siglo XVIII en Inglaterra y estaba formada por granjeros cuya aspiración era la autosuficiencia en todos los sentidos, y que abogaban por un estilo de vida sencillo, basado en el orden y la eficiencia. Se hicieron populares por sus muebles: simplesy duraderos, muchos de cuyos diseños se siguen fabricando. La silla Fake Shaker es un homenaje a este movimiento y una divertida reinterpretación de la tradición.