Limpiar tiradores sin esfuerzo


Cuando restauramos y acondicionamos los muebles antiguos, nos solemos encontrar con preciosos tiradores de latón (en los casos más bellos, incluso de bronce) que adornan la madera, al tiempo que cumplen una imprescindible función. Tiradores, adornos, detalles… Elementos metálicos que, siendo como son muy decorativos, en muchas ocasiones también resultan complicados de limpiar a causa de sus intrincadas formas y labrados.

A la hora de restaurar un mueble con este tipo de elementos, es muy importante dedicar un tiempo a retirarlos para poder trabajar la madera sin estorbos. Los tiradores se pueden limpiar y conservar brillantes durante mucho tiempo, con el mínimo esfuerzo: a continuación te decimos cómo hacerlo.

Olvídate de los limpia-metales al uso; son engorrosos de usar y, con el tiempo, los restos terminan por acumular suciedad. En su lugar, tienes a tu alcance una solución mucho más barata y cómoda: el amoniaco. Coge un recipiente de cristal de boca ancha y llénalo con una mezcla a partes iguales de amoniaco y agua. Después, introduce los herrajes de latón, bronce o cobre en la mezcla.


Verás cómo el líquido toma un color azul verdoso, al tiempo que, como por arte de magia, los dorados se limpian y se vuelven brillantes. Si no ocurre, añade más amoniaco; si es necesario, utiliza este producto sin rebajar. Cuando los herrajes estén limpios, tira la mezcla y acláralos bien con agua corriente. Este método es muy rápido y eficaz, y te ahorrará muchos aburridos ratos frotando y limpiando con el trapo. Seca los herrajes a fondo y termina aplicándoles una mano de laca Zapón (un barniz especial para metales, en tiendas de bricolaje y manualidades) para conservarlos limpios, brillantes y como nuevos durante mucho tiempo. Después solo tendrás que volver a colocarlos en su lugar; verás cómo ganan los muebles en atractivo.

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