Ideas para guardar los juguetes


Los que tenéis niños pequeños sabéis que según van creciendo ellos, crece también el número de juguetes que hay que guardar. Por eso, contar con un buen sistema de almacenaje es fundamental en una habitación infantil. Se necesitan elementos versátiles, que cambien al ritmo en que lo hacen las necesidades del niño, que sean prácticos, fáciles de limpiar y de ordenar, y que sean manejables, para que ellos mismos puedan utilizarlos sin problemas.

Hoy me gustaría ofreceros algunas ideas para que guardar y ordenar sus juguetes no sea un problema. Ya sean cajas, armarios o estanterías, hay soluciones para mantener el cuarto en orden, al mismo tiempo que se decora. Y, si no, echad un vistazo a las propuestas que os dejo a continuación.

Alternativas prácticas y decorativas


– Muebles modulares con espacio para juguetes. Son muy decorativos y también prácticos, pero quizá poco manejables para que el niño los utilice solo, sobre todo los más pequeños, que no llegarán a las baldas superiores. Necesitarán un poco de ayuda, pero pueden ser eficaces.
– Cestas colgantes de plástico, como las del sistema de almacenaje Trofast, de Ikea. Ofrecen diferentes combinaciones, según las necesidades particulares. Las hay disponibles en varios tamaños y colores, son resistentes y fáciles de limpiar.
– Baúles de madera. Decoran por sí mismos, y hasta los más pequeños podrán recoger los juguetes ellos solos. Hay un montón de modelos disponibles.
– Estanterías de pared. Pueden completarse con cajas de cartón, de madera o con cestas de mimbre. Tienen la desventaja de que los niños no llegarán a los estantes más altos, pero son versátiles. Donde hoy hay juguetes, mañana puede haber libros.
– Cajas de tela para colgar, como las de la fotografía. Perfectas para juguetes pequeños y no muy pesados.

La seguridad ante todo


Una consideración importante: sea cual sea el sistema de almacenaje que elijáis para la habitación de los niños, ante todo ha de ser seguro. Cuidado con los muebles de pared que no estén bien anclados. Un niño intrépido podría tratar de trepar por ellos. También hay que vigilar los sistemas de cierre de baúles y cajones para que no puedan pillarse los dedos.

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